En las instancias iniciales de esta historia, el rock era entendido como una suerte de colonización cultural del territorio americano por parte del mercado anglosajón, y el rock en castellano que surgiera fruto de esa invasión no ostentaba más que un marcado carácter imitativo. Como una paradoja del destino, a finales del siglo XX, el mismo movimiento acusado otrora de cipayismo ha evolucionado al punto de consolidar una identidad cultural propia que comienza a fascinar a las metrópolis imperiales. A partir de un persistente proceso de rastreo en los ritmos autóctonos del propio continente el rock latinoamericano ha encontrado rasgos sonoros inéditos en la historia de este género. El fenómeno ha motivado que renombrados músicos forá neos se detengan cada vez más en la cadencia auditiva de este lado del mundo, propiciando cierto mestizaje que ya comienza a infiltrarse en su ADN melódico. No sólo sonidos sino también diversos símbolos aborígenes de estas tierras se han transformado en fetiches para la propia iconografía de los grupos extranjeros. Por otra parte, es cada vez mayor la inserción de los grupos latinos en las cadenas de televisión de las culturas hegemónicas, hecho que para muchos utopistas sugiere la audaz idea de una creciente contrainvasión. Lo que sí es seguro es que este proceso ha surgido por generación espontánea y por los esfuerzos aislados de sus protagonistas. Curiosamente, a lo largo de esta evolución, no ha habido una política oficial al respecto más que la de la recurrente represión. En toda Latinoamérica estos movimientos tuvieron en sus etapas clave largos conflictos con la autoridad, sufriendo censuras y persecuciones que a la larga los fortalecieron. Como bien titula el autor, fue bailando sobre los escombros como se gestó la base de este movimiento liberador, catártico, alegre, de espíritu lúdico y por momentos díscolo que sustenta la idea de este libro.
Bailando sobre los escombros: Historia critica del Rock Latinoamericano
Carlos Polimeni
Biblos