Los tratamientos hidroterapéuticos, es decir, el uso del agua para la cura de los trastornos fisiológicos, no se limitan a una limpieza o barrido de impurezas sino a la acción de un componente del agua poco tenido en cuenta: el prana, energía vital que anima al organismo de todo ser viviente. El agua, como el aire, como los alimentos, contiene prana. Numerosos estudios de científicos occidentales han comprobado que los tejidos lo asimilan con mayor facilidad cuando la mente acepta sus influencias. William W. Atkinson (Yogi Ramacharaka) ha sido el precursor de la hidroterapia en Occidente. Partiendo del concepto de prana, explica cómo opera en cada órgano y muestra las distintas formas en que puede emplearse el agua como remedio natural. Si bien su énfasis está puesto en la acción terapéutica que logra en los tejidos y funcionamiento del estómago e intestinos, presenta una gran variedad de baños, internos y externos, fomentos, compresas y fricciones con agua. Además de su eficacia, todos los tratamientos expuestos tienen otro factor en común: su sencillez.
El cura por el agua
Kier
William Walker Atkinson