El hombre es el sistema; y ésta es una de las profundas verdades humanas que ha vuelto a poner en valor el fascismo. Todo el siglo XIX se gastó en idear máquinas de buen gobierno.
 
Tanto vale proponerse dar con la máquina de pensar como de amar. Ninguna cosa auténtica, eterna y difícil, como es el gobernar, se ha podido hacer a máquina; siempre ha tenido que recurrirse a última hora a aquello que, desde el origen del mundo, es el único aparato capaz de dirigir hombres: el hombre. Es decir: el jefe. El héroe.
JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA
 
En vez del Estado sin fe en sí mismo, ineficaz e inútil, como el actual, opone el Estado vivo, que dé al pueblo, consciente de su unidad moral, una voluntad, un ideal superior; y sólo este Estado podrá incorporar de una manera volitiva a los destinos comunes a Cataluña y Vascongadas, que, por ser las regiones más ricas y mimadas de España, se han fabricado un ideal particularista al no encontrar en el Estado español más que un ente amorfo y desmoralizado que no cumplía otro fin que el de ir viviendo, y esto, como dice Mussolini, es morir.
JULIO RUIZ DE ALDA
 
Índice:
Unas breves notas para esta edición, por Juan Antonio Llopart / 7
Prólogo de José Antonio Primo de Rivera / 15
Introducción a “La doctrina del fascismo” / 21
La doctrina del Fascismo. Ideas fundamentales / 65
La doctrina del Fascismo. Doctrina y política social / 95
Epílogo de Julio Ruiz de Alda / 123
 
Anexos:
Introducción a “La doctrina del Fascismo” (1935) / 131
José Antonio visita a Mussolini (1940) / 143
Introducción a “Qué cosa es el Fascismo” (1944) / 151