Una adivinanza: ¿qué empresa generó en Francia unos ingresos de 1.200 millones de euros en 2021 y pagó 6,5 millones de euros en impuestos, es decir el 0,005% de sus ingresos? Lo has adivinado, ¡es Netflix! Otra adivinanza: ¿quién produjo la serie Sense 8, una verdadera Babel moderna woke que se desarrolla en 20 ciudades y 14 países con personajes que encarnan el arcoíris de las polisexualidades? ¡También es Netflix!
Netflix ejerce un triple papel: entretener, informar y finalmente educar. Édouard Chanot, en su muy esclarecedor ensayo, cita a François Bousquet, redactor-jefe de la revista Éléments: «el verdadero poder es la producción de un discurso autorizado; es el dominio de lo lícito y lo ilícito». Como tal, Netflix y sus epígonos son representantes del poder, el que nos moldea y, en general, nos oprime.
 
Índice:
Prólogo. Netflix o el modelo social americano, por Claude Chollet  /  9
Introducción  /  21
I.        Al principio fue la gestión  /  29
II.        ¿La corrupción del cine?  /  47
III.        El soft power en streaming  /  69
IV.        ¿Podrá Netflix reinventarse?  /  83