En menos de tres siglos, la generalización del Estado-nación como forma de organización política se ha extendido a casi la totalidad de la diversidad cultural y étnica del planeta. Hoy son muy pocos los pueblos no alcanzados por el proceso de integración y dominación política que implica el sistema mundial de Estados nacionales. Los artículos que integran este libro, desde siete prismas de la teoría social del siglo xx, se interrogan por la condición bifronte de la idea de nación. Un objeto de agregaciones y exclusiones, de desplazamientos ideológicos a izquierda y derecha, un concepto peligroso; pero también, por su pregnante simbología de articulación de culturas y territorios, capaz de devenir en horizonte de lo aún no sucedido