La situación de las mujeres es diferente a la de cualquier otro grupo social. Esto se debe a que no son una de varias unidades aislables, sino la mitad de una totalidad: la especie humana. Las mujeres son esenciales e insustituibles, por lo que no pueden ser explotadas del mismo modo en que otros grupos. Son fundamentales para la condición humana y, sin embargo, en sus funciones económicas, sociales y políticas, son marginales. Es precisamente esta combinación –fundamental y marginal al mismo tiempo– la que ha resultado ser fatal para ellas. En la sociedad industrial avanzada, el trabajo de las mujeres es solo marginal en la economía total. Sin embargo, es a través del trabajo que el hombre cambia las condiciones naturales y, por lo tanto, produce la sociedad. Mientras no se produzca una revolución en este ámbito, la situación laboral continuará determinando la situación de las mujeres dentro del mundo de los hombres y de los procesos de producción.
Reseñas
Sus libros se leen, se reeditan y siguen siendo la base de la formación de la conciencia feminista.
Boston Review
La revolución de las mujeres es la más larga. Y es que no se trata de sumar unos derechos más a lo que existe. Su feminismo inevitablemente lleva a interrogar lo que existe: la jerarquía del trabajo productivo y reproductivo.
La Tercera
Juliet Mitchell se pregunta por qué tantas madres son culpables de tantas cosas y da una respuesta tal vez un poco mecanicista y economicista, pero convincente.
Página 12
La larga revolución de las mujeres
Juliet Mitchell
- Verso Libros