“La democracia reposa sobre la existencia de una sólida jerarquía. Es necesario que la oligarquía, compuesta de grandes arribistas, cuente con una colectividad de asalariados que se contente con percibir una pequeña remuneración por su actividad; precisa alentar constantemente a esta pequeña nobleza, prodigándole muestras de simpatía, excitando en ella sentimientos de honor, hablándole en un lenguaje idealista. La grandeza de un país, la dominación por la ciencia de las grandes fuerzas naturales, la marcha de la humanidad hacia la luz, he aquí la hojarasca que frecuentemente encontramos entre nosotros en los discursos de los oradores democráticos. […] La guerra que el proletariado debe dirigir contra sus amos es propia para desenvolver en él sublimes sentimientos, de los que hoy carece la burguesía. Ésta ha prestado mucho a una de las aristocracias más corrompidas que han existido.
Los guías de las conciencias no son menos cínicos que los literatos que formaban lo que Rousseau llamaba la bandería holbáquica. Todos nuestros esfuerzos deben tender a impedir que las ideas burguesas vengan a emponzoñar la clase que sube…”
[Georges Sorel]
Índice:
Párrafos previos del editor [Juan A. Llopart] / 9
Las ilusiones del progreso [Georges Sorel] / 11
Prólogo / 13
Capítulo I. Primeras ideologías del progreso / 23
Capítulo II. La burguesía conquistadora / 55
Capítulo III. La ciencia en el siglo XVIII / 99
Capítulo IV. La audacia del tercer estado / 119
Capítulo V. Teorías del progreso / 147
Las ilusiones del progreso
- Georges Sorel
- Ediciones Fides