Sube el pan es una historia –en imágenes– de las relaciones interpersonales cuando son salva–vidas, cuando crean un rango de acciones posibles. Narración secuencial en grado mínimo, invitamos a leerla de una manera abierta, como en el plano de un juego. Los lazos afectivos atraviesan pliegos, cuadernillos, páginas, el libro todo; son líneas de fuerza, expresión y pausa.
Una publicación oportuna que conecta, a través de bloques sucesivos –a veces páginas dobles–, distintas esferas de lo humano.
La producción tramada involucró el azar y una ruptura con el pasado. Se exigió de las imágenes únicamente marcas, la escritura grabada en un momento, y ninguna verdad. La evidencia de una cosa humana, la señal que se abandona y continúa produciendo efectos, la emoción de los mismos trazos que nos encantó
Sube el pan
Gustako Cornejo
Tren en Movimiento